En distintas oportunidades he insistido en que el espectro público necesita renovarse, tomar lo bueno y corregir lo que ya no le funciona a los ciudadanos. Dentro de pocos días estaremos en las urnas decidiendo el destino de nuestro país y creo que la sociedad hoy está más consciente de su participación democrática. En esta ocasión me quiero referir especificamente al caso veracruzano, que me parece requiere un nueva clase gobernante, que incluya a las personas que han dedicado su vida al servicio de los veracruzanos y con generosidad están dispuestas a dar un paso adelante para hacer bien las cosas; a los empresarios locales que tienen ideas innovadoras para la sociedad; a los líderes sociales miembros de la sociedad civil organizada, a los veracruzanos que han salido de su tierra y son exitosos en otros estados y otros países. Para lo anterior debemos entrar al debate de fondo, y construir una propuesta tangible para la sociedad, que genere esperanza y compromiso de los