Nuestro país debe definir
claramente un plan de acción, de lo contrario su futuro estará en riesgo; en el
2000 los mexicanos votaron por “sacar al PRI de los pinos”, en la economía se
pensaba que con el nuevo gobierno, más cercano a los empresarios, se podría dar
un vuelco que elevara sustancialmente las condiciones de vida de los mexicanos.
Sin embargo, a raíz del nuevo espectro
político llegó la parálisis, ello impidió que las reformas apartaran de una vez
por todas los monopolios existentes, la grave crisis educativa, y la generación
de empleos que no contribuyen a sacar de la pobreza al trabajador.
Es necesario que el propósito del
país sea reevaluado por las fuerzas políticas y los actores sociales. Qué
queremos como país es una respuesta que no tiene consenso y no tiene un plan
trazado, aunque de hecho es la única vía para que los mexicanos vean una ruta
hacia la prosperidad y se sumen a ella en conciencia colectiva.
Un caso increíble es la educación
a la cual se destina un enorme presupuesto de casi 5% del PIB, sin embargo esto
no ha significado un mejor desempeño para los alumnos, de hecho el 90% de ese
dinero se destina a los maestros y esto no incide en la calidad. En cambio el
gremio educativo mantiene al sindicato más grande de Latinoamérica, con una
presidente de carácter “vitalicio”.
Respecto al empleo, hoy en México
se maquilan equipos electrónicos, electrodomésticos, autos y hasta partes
aeroespaciales, sin embargo resulta contrastante que quienes trabajan para
ensamblar estos, no tienen capacidad económica para comprarlos.
En el caso de los monopolios
generan poca competencia en el mercado, actualmente la discusión publica se ha
centrado en las cadenas televisivas que concentran el 97% del espectro
televisivo, pero este solo es uno de los rubros que mantienen prácticas
monopólicas, incluso se estima que los mexicanos pagan 40% más que otros países
en bienes básicos debido a este tipo de prácticas, que se extienden desde la
telefonía, hasta el petróleo y los cementos.
A este ambiente interno se suma el
concierto internacional, donde la misma OCDE ha alertado que la crisis no ha
terminado y que de hecho se ha incrementado el poco crecimiento, el alto
desempleo y la mayor desigualdad en prácticamente todas las naciones, es decir,
el modelo capitalista ha entrado en crisis, además de existir otro factor en
juego, como es la naturaleza que está teniendo un impacto real en las economías
debido a las perdidas que se registran por desastres naturales, de las cuales
se estima fueron por 380 mil millones de dólares en 2011. Recetas únicas no
existen, pero se puede comenzar por dar los primeros pasos.
@rafasolanoperez
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