Rafael Solano

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar Baja California, quedé muy impresionado de la forma en que cuidan y protegen su economía local. Francamente pensé que iba a encontrar un lugar lleno de cadenas americanas, y me llené de gusto de ver, que procuran la creación de lugares propios. Es cierto la filosofía “gringa” se siente en el ambiente, pero es bueno ver que pese a que conceptualmente hay muchos lugares “gabachos”, en su mayoría son hechos por mexicanos y lo mejor, muy competitivos. Siempre he pensado que el tema de la globalización a veces se malentiende adoptando la idea de que todo debe consumirse de fuera. Más bien debe verse como la oportunidad de mostrar nuestros productos y cultura al resto del mundo, los bajacalifornianos lo hacen, y muy bien. Sin duda los sureños tenemos mucho que aprenderle a nuestros amigos norteños, y definitivamente me llena de orgullo decir: Lo hecho en México está bien hecho. Arriba el norte!!

El corazón de la tierra alegre luce desangelado pues soberbia es la obligación que ha contraído, más de 40 mil millones ahora, cada vez más impúdica. Pero eso qué, si el pueblo no lo sabe o no lo entiende, al fin que "es muy difícil de explicar".   Al pueblo se le estampa a tres o dos tintas sobre tela roja la esperanza cada 6 años, pero ya lleva casi 80 años que sigue ahí nomas. En 80 años ha pasado tanto que el monocromático o tricolor tiene un mismo significado; a muchos hermanos veracruzanos se les han abierto las puertas del cielo antes de probar la libertad.  La miel de la libertad, es el antónimo de la hiel de esta deuda cada vez, más grande y más voraz que se contrasta con nuestra pobreza indignante.